Cuando un vehículo alcanza el final de su vida útil se transforma de manera inmediata en un foco de contaminación sumamente peligroso, debido a la gran cantidad de líquidos y materiales que resultan nocivos para el ser humano y para el medio ambiente. Es por esta razón que el proceso de descontaminación de vehículos en los Centros Autorizados de Tratamiento (C.A.T.) es un paso trascendental que deben atravesar cada uno de los vehículos que ingresan para ser reciclados.
¿Qué contempla el proceso de descontaminación?
En primera instancia, este procedimiento tiene por objetivo retirar del vehículo todos los componentes que puedan afectar negativamente al medio ambiente y al ser humano. La descontaminación se lleva a cabo en un recinto acondicionado especialmente para esta función al interior de los C.A.T., y en la cual opera personal calificado.
En este proceso se lleva a cabo la extracción de todos los líquidos operativos, entre los que se incluyen el vaciado del sistema de aire acondicionado, el combustible, los líquidos de frenos, del drenaje refrigerante del radiador, el aceite de motor y de transmisión, etc.
Una vez todos estos componentes son extraídos del vehículo, se almacenan en envases especiales de acuerdo a su naturaleza. Estos residuos tóxicos son recogidos y gestionados por empresas autorizadas, garantizando así que estos elementos no contaminen el medio ambiente.
Una vez superada esta fase, los vehículos están en condiciones de entrar a la etapa de despiece, en la que aparte de rescatar las piezas que pueden ser reutilizadas a modo de recambios, se separan los metales como el aluminio, cobre, hierro y chapa para la fabricación de nuevos componentes.